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La escala indica la proporción entre la maqueta y el objeto real. Por ejemplo, un avión en 1:64 significa que cada centímetro de la maqueta representa 64 cm en el avión real. Cuanto menor es el segundo número, más grande será la maqueta.

Depende del interés y del espacio disponible.

• 1:64 o 1:144 → aviones pequeños y fáciles de guardar.

• 1:35 → muy popular para vehículos militares con muchos detalles.

• 1:24 o 1:25 → ideal para coches y camiones.
  En general, las escalas medias (1:35, 1:48) son buenas para principiantes porque combinan detalle y manejabilidad.

El pincel es suficiente para empezar y resulta más económico. El aerógrafo permite acabados más uniformes, degradados y efectos realistas, pero requiere compresor, limpieza frecuente y práctica. Muchos modelistas empiezan con pincel y dan el salto al aerógrafo más adelante.

Se usa pegamento para poliestireno (también llamado “cemento para maquetas”), que derrite ligeramente el plástico y crea una unión fuerte. Para piezas pequeñas o transparentes puede usarse cola blanca o cianoacrilato (superglue), que no manchan tanto.